La Eucaristía como Acción de Gracias
Me encanta tomar la Cena del Señor. Me encanta en pequeñas y grandes reuniones. Me encanta cuando el escenario es de reflexión tranquila o de alabanza bulliciosa. Me encanta recibir la Sagrada Comunión arrodillada en un altar, de pie con las manos extendidas, o compartir pasando los elementos entre las personas reunidas. Me encanta la bienvenida abierta de la Mesa para todos lo que tienen hambre de conocer a Cristo y recibir a Cristo en lugares más profundos de nuestras vidas. Esto, sin embargo, no siempre ha sido mi experiencia.